Desairado Encuentro de Poetas



Ofrezco una disculpa por enfocar tan sólo por unos momentos mi atención en cuestiones superfluas del ámbito cultural de mi localidad. Pero he aprendido que,  si resistes persiste.

Hace unos días me preguntó un conocido,  si fue verdad que sólo por invitación se había podido participar en el reciente Encuentro Internacional de Poetas. Yo le respondí que no. Que la convocatoria había sido publicada y cerró el 4 de octubre. En ese momento,  aseguré lo que había leído semanas antes. Además le sugerí  pusiera atención en quiénes considera sus amigos,  pues por experiencia propia y ajena sabía de personas que custodian  como Cancerberos  las convocatorias y cuanto servicio a la comunidad literaria y cultural se trata,  distribuyéndolo sólo entre sus cuates. 

Pero vamos por partes. Mi presencia en el Encuentro fue por cuestiones laborales porque a Rubén Moreno Valenzuela, director y editor de la Revista Electrónica Rancho Las Voces,   se le dificultaba asistir en aquella semana a tres eventos:  el Festival de Jazz  del 19 al 25, la Feria del Libro del 22 al 28 y el Encuentro Internacional de Poetas del 22 al 24 de octubre. Él,  designó el último para mí, con el encargo de escribir una crónica y una entrevista (las cuales ya fueron publicadas en la Edición 162 http://www.rancholasvoces.com/). 

Como representante de la prensa  pude ver las deficiencias que tuvo el evento. Por ejemplo: 
1. La programación en línea, el programa de mano y la programación en vivo no coincidieron.
2. A la maestra de ceremonia  nunca la escuché presentarse. Hasta el día de hoy  desconozco su nombre. Mi responsabilidad es preguntar pero ella omitió la suya: presentarse cada día. 
3. Faltó especificar el nombre de cada participante  que se invitaba a subir al escenario antes y después. Ya que los cambios de última hora nos forzaron a adivinar quién era quién.
4. Nulo público asistente. ¿Fue culpa de los organizadores o será verdad que la poesía no vende? 
5. Poetas  invitados. Algunos nombres fueron  enigmáticos...   
6. Los colados. 

Entre mis consignas estuvo preguntar a la organizadora Carmen Amato todo lo que yo considerara pertinente. Pude notar  cierta molestia o hartazgo (quizá por cansancio, quizá por sentirse cuestionada) cuando le pregunté por qué había pedido una disculpa a los asistentes  y cuáles fueron las razones de los retrasos, me dijo:  "Por desorganización. Llegó el momento en que perdí la noción del tiempo. Por presiones por parte de personas que deseaban saber dónde y cuándo se presentarían. Pero la estructura (del programa) no cambió". 

También le pregunté cuál fue el criterio para la selección de los invitados,  aclaró: ”No hubo convocatoria. Fue un evento que se hizo por invitación directa. Se invitó a la gente que estuviera más cercana a ella (Dolores Castro) de alguna manera. Flexibilicé el programa porque yo no soy rígida. Soy educada.  Si yo puedo ayudar a la gente, la ayudo, pero muchas veces hay abusos. Mucha gente toma la decisión y me mueve el programa". 

Entonces, si no hubo convocatoria y se seleccionó a las personas que tuvieran que ver de alguna forma con la vida u obra de Dolores Castro o hayan estado presentes en anteriores Encuentros con ella, yo me pregunto: ¿Qué hacían entre los  invitados personas sin trayectoria poética y mucho menos implicados en la vida u obra de la homenajeada? Asimismo puedo suponer que,  las "presiones" a las que se refería Amato son la causa por las cuales hubo colados en el Encuentro: Nabil Valles Dena y un joven que subió al escenario sin ser presentado siquiera, llamado Rubén Sosa. Fueron evidentes sus contradicciones cuando me aseguró que ella había invitado a todos y cada uno de los participantes, y después dijo no conocer antes  a Yaneth  tampoco a Nabil ¿? A esas alturas de la charla, les aseguro que yo también tengo educación como para tratar de hacerle ver las discordancias. No fue necesario.

Lo que sí se hace necesario es destacar que no hubo público asistente. No hubo  estudiantes,  ni personas interesadas en escuchar poesía. Tampoco solidaridad entre el gremio. Los  poetas  invitados con domicilio en Ciudad Juárez cumplían con su presentación y  se desaparecían.  A la que  vi todos los días fue a Arminé Arjona, quien se marchaba hasta que  el último participante finalizara. Ella fue la excepción a la regla.

¿A quién  podemos culpar por tal desaire? ¿qué salio mal? ¿por qué no hubo asistencia?

Cuando busqué la opinión de un amigo,  escritor y poeta que organiza la FIL de Oaxaca acerca de realizar Encuentros Internacionales  sin convocatoria y a invitación personal, me dijo: "Creo que convocar a un encuentro llámese de escritores o poetas debe ser en un marco de pluralidad, para gestar una discusión amplia y democrática de las ideas, así como presentar las nuevas y heterogéneas producciones de poetas, ensayistas y narradores. Debe haber una labor previa de planeación responsable, definir los criterios de la convocatoria. ¿Qué temas tratar, qué tipo de mesas proponer, bajo qué perspectiva social? Esa es la mejor premisa, convocar al mayor número de sectores. 
Pero, sin duda, habrá grupos con mirada chata que sólo usen un encuentro como escaparate de vanidades. Generalmente todos los encuentros se hacen por invitación, no se puede manejar tan libremente porque se rompe la noción de orden, y se cae en un esquema de improvisación. En cuanto a los invitados creo que se escogen los perfiles para tocar ciertos temas: literatura y mujer, literatura y periodismo, literatura indígena, etcétera". 

Por mi parte, extrañé a distinguidos poetas que estaba acostumbrada a ver y escuchar en este tipo de Encuentros como son: Ysla Campbell, Dolores Dorantes, Alejandrina Drew, Enrique Servín, Enrique Cortazar o José Manuel García, por mencionar algunos. 

Reitero la disculpa. Habiendo tantas cosas tan dramáticas ahora mismo: 

Arrollo El Navajo, otro símbolo de feminicidio. En Ciudad Juárez continúan las desapariciones y los asesinatos de mujeres y niñas [...] En lo que va del año se han registrado en esta ciudad 32 feminicidios, y en cuatro años –de 2010 a 2014– tienen contabilizados un total de 727 casos. El promedio anual es de 182, es decir, 15 mensual y cuatro a la semana. Se lee en la columna de la periodista Sanjuana Martinez, para La Jornada.

Nota: todas mis entrevistas son grabadas.






Entradas más populares de este blog

"Te ato, para que no hagas daño: daño a los demás ni daño a ti misma"

Seis poemas inéditos de Elena Garro (12/09/16)

Ideología de género, ¿estamos preparados?