La insoportable levedad del ser, carta abierta


"[...] La insoportable levedad del ser, muestra que los sujetos flotan en el limbo porque se desconectan de las relaciones amorosas/fraternales. La ruptura de la ligazón libidinal, en términos freudianos, es el cordón que amarra al sujeto a la tierra, es decir, que el narcisismo es el estado psicológico por excelencia de los nómadas límbicos."


Una mujer me envió hace unas semanas una carta ofensiva, fúrica y con señales claras de difamación (entiéndase por difamación, el descrédito por palabra o por escrito, sin poseer las pruebas de lo que denuncia. Contundente intención de causar desprestigio, falta de credibilidad y toda consecuencia adversa pública y privada que se derive de ello hacia mi persona). La carta, extensa, extensísima donde esta mujer hace un "copy page" burdo y sacado de contexto de nuestras anteriores misivas debido a los meses que tuvimos una amistad, si se le puede llamar así. Amistad que yo decidí dar por terminada a inicios del 2014, por motivos de abuso y deshonestidad cometidos en mi contra. En dicha carta me acusa de ser bisexual, realizar conjuros de magia negra y de haber cometido plagio. Bueno, todo parece muy cómico. A estas alturas de mi vida que me acusen de bisexual, no me ofende, que me acuse de bruja negra, tampoco. Que se le acuse a cualquiera de plagio sin mostrar pruebas, eso sí, puede y debe castigarse. Someterse a escrutinio ante las autoridades correspondientes.



     

    Semanas después, el alumno, Michel Vázquez, comentó a mi esposo que el maestro José Luis López Ulloa  le dijo que yo cometí plagio cuando fui su alumna. El chisme me causó sorpresa e indignación.


     Pasaron semanas para que yo recordara de qué hablaba López Ulloa, y recordé que  fue en una materia optativa, cuando nos pidió un trabajo final. Le entregué mi trabajo y días después me llamó a su oficina, y con actitud de ofendido, me dijo que mi trabajo era un plagio. Tomó un libro de su estante y buscó una página, la leyó, e inmediatamente se remitió a mi trabajo y señaló lo que escribí. Era el mismo párrafo pero sin citar la fuente correspondiente. Me advirtió que estaba reprobada. Así quedaron las cosas. Fue un despiste total donde no cité a los grandes teóricos: Foucault, Bourdie, Luckman, Lucáks y otros más.  Sí, conozco los requisitos rigurosos y la metodología del texto académico. Acostumbrada a entregar trabajos, realizar investigaciones, escribir algunos ensayos, etcétera. ¿Cómo pudo ocurrir? La respuesta podrá parecer simple, y muchos se sorprenderán porque no es un síntoma que le ocurra a la mayoría. Sin embargo, quienes lo padecimos podemos creerlo. Además la ciencia médica puede corroborarlo. Cuando ocurrieron los hechos, yo me encontraba embarazada de mi segundo hijo. Y padecí de un síndrome llamado Amnesia del embarazo, es un síntoma serio que afecta a algunas mujeres embarazadas. Con mi primer embarazo tampoco me fue menos mal, padecí Depresión posparto, síndrome que tampoco se tenía bien registrado y documentado en 2003, fecha de nacimiento de mi hija. Esa fue la razón de mi laguna mental. No lo comenté al maestro y tampoco lo comenté después, porque le resté importancia. Jamás me imaginé que luego de 11 años, el Dr. López Ulloa continúe con su desprestigio en mi contra frente a todos los colegas y alumnos que lo escuchen. ¿Por qué insiste en seguir nombrando esa experiencia? ¿Estamos frente a otro caso de machismo y misoginia, de saña o falta de sentido común por parte del académico y de una mujer que se autoproclama feminista?


      No es la primera vez que López Ulloa se mofa de los alumnos y ex alumnos en clases y fuera del plantel. Tengo en mi poder una carta escrita por el Dr. en Antropología, Roberto García Zavala (Sociólogo, egresado de la UACJ), en la que figura el nombre del Dr. López Ulloa de forma comprometedora y ruin, debido a indiscreciones y chismes propagados por él, a mediados de la década del 2000, cuando García Zavala se encontraba en Ciudad de México realizando la tesis de su doctorado y lo puso en riesgo de muerte.


      De proseguir dicha actitud, recurriré a las autoridades correspondientes para que cese la difamación que ha propagado el Dr. López Ulloa en mi contra y demás personas involucradas. Es mi derecho como egresada del plantel y su responsabilidad como docente en activo.

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