Cartografía de una casa: la Suerte de ser catalogada en el NO género literario
Entrevista a Federico Corral Vallejo
Cartografía de una casa es una historia planteada como un mapa de vida y carta astral del lugar donde nació su
autor, Federico Corral Vallejo (Parral,
Chih. 1969). Donde la reconstrucción de
la memoria y el significado de la existencia sólo son comprendidos a través del atavismo
que la casa familiar provoca en el narrador, ofreciendo así, un
cierto tipo de diseño ergonómico de
mímesis y añoranza. La obra fue galardonada
con el Premio Brasil Hispanoamericano de Literatura 2006. A diez años de su
publicación, ha sido reeditada y presentada en distintas ciudades y Ferias de
libros de la república mexicana. Una historia
por demás emotiva con la que todos pueden sentirse identificados.
Federico, Cartografía
de una casa es su incursión al género
de la narrativa. Y es con dicha obra que gana el Premio Brasil Hispanoamericano
de Literatura 2006. De aquel tiempo a la fecha han transcurrido diez años.
¿Cuáles son las razones por las que demoró su publicación en México?
Primero,
la liberación de los derechos de la obra
ya que firmé un contrato de primera edición hasta agotar la existencia del
mismo, y lastimosamente en Brasil como en México y (supongo que en toda América
Latina) los lectores estamos en peligro de extinción. Segundo, la inversión de un tiraje de mil ejemplares,
al menos en México, no es barato y lo
que el autor no haga por su obra nadie lo va a hacer, ni el editor, ni el
librero, nadie. Tercero, la ínfima y
casi nula distribución de libros en nuestro país es equitativa al número de
lectores; por eso las bodegas de las editoriales independientes así como los
fondos universitarios o gubernamentales,
están apilados de libros en espera de ser carcomidos por los hongos o la
humedad, para después exponerlos en un tiradero frente al palacio de minería por
la módica cantidad de 10 pesos. Mi incursión en la narrativa realmente se dio
en el año 2000 con la obra Mujer de humo
que son aproximadamente 24 cuentos breves.
¿Cómo recibe la noticia de saberse
ganador en un género del cual, hasta ese momento, no se sentía competente?
Bueno
la alegría fue muy grande, sobre todo porque en mi país muy pocas veces ha sido
reconocido mi trabajo como escritor. De hecho creo que los escritores mexicanos
tenemos más posibilidades de ser reconocidos en otros países, sobre todo si no
pertenecemos a grupos de becarios ya sea de las élites culturales o
universitarias del país. Al ser galardonado con esta obra, me proporciona un
crecimiento más como escritor y como ser
humano, pues la fe en mí crece y fortalece la goma de borrar de mi lápiz y
afina mi fantasía para seguir escribiendo prosa. Partiendo, claro está,
de la vivencia y de la
autocrítica.
El libro lleva algunas presentaciones
que han corrido a cargo de importantes
personalidades del ámbito literario y cultural de nuestro país. Los comentarios
hacia la obra han sido bastante favorables. La recepción en los lectores ha
sido catártica. Cartografía de una casa ha
salido bien librada de aquellos que no han sabido en qué género ubicarla.
Algunos la han definido como un poema de largo aliento, otros como un relato.
Para usted, en cambio, es una
novela. Sin embargo, el poder que tiene
la obra de conmover y llevar al paroxismo es indiscutible. De hecho, la manera
en que nos lee el capítulo “Otra vez mi
casa” es sublime. ¿Qué opinión le merecen las personas que no saben en qué
género ubicarla? ¿Por qué sigue siendo tan importante tratar de clasificar una obra literaria?
Efectivamente,
Cartografía de una casa lleva varias
presentaciones, 24 para ser exactos, de abril de 2016 a la fecha. Grandes plumas
como José Vicente Anaya, René Avilés Fabila, Gabriela Turner Saad, Mauricio
Leyva, Martha Estela Torres, Raúl
Manríquez, Gerardo Cárdenas, Jessica Anaid, Carmen Amato, Ricardo León,
Sebastián, Eduardo Casar, Becky Rubinstein, Queta Navagómez, entre otros.
Cierto, Cartografía
de una casa ha tenido la Suerte de
ser catalogada en el NO género literario, aún en contra de quienes opinen que
es cuento, poema de largo aliento, narrativa, etcétera. Esto es, desde mi punto de vista, muy positivo. Desde el momento en que registra
un eco del Nadaísmo -corriente literaria nacida en Chile-. En lo absoluto me
molesta que ésta mi primera novela –porque para mí es y será mi primera NOVELA–
cauce controversia, pero lo más importante es que aún y cuando algunos de sus
presentadores no han sabido en cuál género literario ubicarla, todos y cada uno de ellos han confesado que no
pudieron dejar de leerla hasta concluirla. Eso es lo importante, porque ¿De qué
serviría escribir de nuevo El Quijote, La Divina Comedia o Hamelt
si nadie las va a leer? De hecho muchas veces me he preguntado para qué escribo
si nadie me lee.
Mi opinión sobre los críticos o
literatos que han leído Cartografía de
una casa, es de agradecimiento: por
su tiempo, por su lectura, por su opinión, por los textos en torno a la obra,
por su valentía. Siempre he pensado que desde el momento en que alguien lee un
libro tiene la libertad y el poder de congraciarse o rechazarlo. El simple
hecho de haber invertido tiempo en su
lectura además de escribir una reseña
para ir a presentar un libro que, tal vez, no fue de su agrado.
En cuestión a la catarsis o el poder de
sublimar a un posible lector y hacerlo llegar al paroxismo, es cuestión del estado anímico con que el
lector se enfrente a las páginas, no sólo de Cartografía de una casa sino de cualquier obra, ya sea clásica o
contemporánea, lo verdaderamente importante es acercar a la gente a un libro,
sin importar autor o género, pues como decía Borges: “Todos los libros son el
mismo libro” y todos los escritores tenemos algo de Homero.
Aquí realizo una digresión que me
lleva a preguntarle, ¿cómo recibe la noticia de la muerte del escritor René
Avilés favila? Ya que, estaba previsto que él fuera uno de los presentadores
del libro.
De
hecho fue el mero día de la presentación de mi libro, en el palacio de Bellas Artes en Ciudad de
México, cuando sufrió un primer paro respiratorio que no le permitió llegar a dicha presentación.
Días después se disculpó conmigo vía telefónica y poco tiempo después falleció.
Curiosamente, mi primera entrevista en
el mundo literario cuando yo trabajaba para la Revista Impacto en una sección
titulada “Pinceladas”, allá por el año de 1995, fue al Maestro René Avilés
Fabila por la edición de su libro de cuentos Todo el amor, editada por Editorial Aldus.
Tengo muchos recuerdos del maestro
Avilés Fabila, fue mi profesor en la ENAP de la UNAM, además él me dio la
primera oportunidad de aparecer en un Diario, cuando coordinaba el suplemento
cultural El Buhó en el Excélsior, que después se convirtió en Revista y luego
en Fundación… do quiera que esté René Avilés Fabila, gracias por tanto y tanto
apoyo, por tanta sabiduría, sobre todo
por la amistad genuina y su legado literario, amén de la lucha en contra de las
mafias literarias en México.
¿A qué se refiere cuando dice que Cartografía
de una casa es la conclusión de un ciclo literario?
Antón
Chejov decía que: “pobre de aquel literato que no se atreve a decir en sus
escritos de dónde viene, quién fue su padre, su madre y su pueblo…” basado en
este adagio o consejo del escriba, yo decidí ser un escritor vivencial más que
ficcional, aunque después comprendí que no tenían por qué estar peleadas las
metáforas con el lugar común, ni las imágenes con un lenguaje coloquial y
llano. Al decir que cierro un ciclo, me refiero a qué ya es momento de cambiar
de ente noumenico. Si bien mi casa, mi
padre, mi madre y mis hermanos han sido puntos de inspiración en mi obra, es
hora de darle vuelta al tornillo y hacer que aparezca no sólo la luna y embruje
a mi bolígrafo desosegado, sino sacar todos los demonios y los ángeles que nos
habitan para empezar una nueva etapa de escritos, no importa en qué género
decidan hacer acto de presencia en la página en blanco.
Federico, ¿está el destino escrito?
No
sé si el destino esté escrito o no, sólo
puedo decir que el ser humano es la suma de todas las buenas y malas decisiones
que toma en la vida. Creo que cada quien
puede llegar a ser lo que quiera, así sea lo más inverosímil del mundo. Nacimos
para ser felices y cada quien es responsable de su dicha o su desgracia. Los
sueños al igual que los milagros si existen, y también se cumplen… yo soy una prueba
fehaciente de ello. Aun así, todavía sigo soñando que el milagro de la poesía
me convierta en verso, o cuando menos en estatua de tinta.