TODAS USAMOS A UN HOMBRE CON PODER #MeTooEscritoresMexicanos



A ver, no voy a reproducir aquí la lista que, irresponsablemente, publicó la Revista El Humo en Facebook donde enumera a los supuestos agresores. Por respeto a los escritores que aparecen en ella y me han otorgado entrevistas, y otros, que son mis amigos.

Yo no meto la mano al fuego por nadie, y mucho menos voy a solidarizarme con las denunciantes por simpatía o por sororidad. Estoy convencida de que una denuncia debe hacerse ante la ley, al menos para tomarla en serio. No en redes sociales ni a manera de desahogo ni por entrarle al feminismo de postureo. Este proceder no abona positivamente a la causa.

Jamás he ocultado mi postura crítica en contra del feminismo actual; como estudiosa que soy de las ciencias sociales y periodista cultural, amén de mis inclinaciones espirituales y éticas. Tengo clara separación entre mi ideología política y mis experiencias personales. Las denuncias se hacen ante la justicia, no en redes sociales. Ya alcanzamos la igualdad jurídica hombres y mujeres en occidente. La presunción de inocencia es un derecho. Acusar de manera anónima es de cobardes. Se envalentonan diciendo que "nunca más solas" a ver hasta dónde llegan "acompañadas" empleando la técnica de la denuncia y el escracheo en redes sociales en lugar de la denuncia previa ante el juzgado penal o fiscalía en turno.

La justicia no debe dar "palos de ciego" imponiendo castigos por denuncias anónimas y sin pruebas. Debe imponerse un peritaje estricto para llegar a la verdad de los hechos.

Pongo de ejemplo el caso de una activista y académica de mi ciudad que, por las historias que escribe sin empeño estético ni calidad narrativa, el escritor Luis Arturo Ramos la llamó "loca", mientras ésta asistía a tomar clases de creative writing. Ese motivo bastó para que Luis Arturo Ramos tenga una "advertencia" (no sé de qué o de quién, no especifica) en UTEP y pase a formar parte de su lista de "acosadores, machistas y violentos". ¿Bromea? Le preguntaría. Y casos como ése debe haber más que por apreciaciones personales no soporten una crítica o un rechazo: la típica mujer despechada y rencorosa.

No todo es negativo, gracias a este movimiento ha surgido la denuncia en contra de mujeres que han obtenido beneficios a costa de algún hombre poderoso en su pasado: obtención de becas, premios y publicaciones. La primera en la lista, y ya tiene una denuncia, es Esther M. García. Y como ella hay otras. Estamos investigando.

La advertencia va también para los hombres: ABSTÉNGANSE DE FAVORITISMOS PORQUE AMBOS CAERÁN.

Mi apoyo está con las mujeres que dan nombres y apellidos, que tienen un rostro y una historia legitima que las respalde.

¿Qué vislumbro puede ocurrir con este movimiento #metooescritoresmexicanos,
particularmente? Nada. Escarnio social y entretención, cotilleo y chisme vulgar.
Las denuncias se hacen ante la justicia, no en redes sociales. Ya alcanzamos la igualdad jurídica hombres y mujeres en occidente. La presunción de inocencia es un derecho.


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